El melanoma es un tipo de cáncer de piel que en los últimos cuarenta años se ha ido incrementando. Si bien se presenta con mayor frecuencia en personas adultas, recientemente se ha detectado que también la padecen jóvenes, siendo su incremento acelerado.
Los melanocitos son células de la piel que se encargan de producir melanina, sustancia que da color a la piel, su actividad se altera a causa de los rayos ultra violeta, generando células malignas o cancerígenas.
A menudo el melanoma se ubica entre los hombros y las caderas en los varones, o en la cabeza y el cuello. En las mujeres, el melanoma se forma con mayor frecuencia en los brazos y las piernas. Cuando el melanoma se presenta en el ojo, se le llama intraocular o melanoma ocular.
Si bien durante el invierno nuestra piel no experimentará una quemadura solar, esta no está libre de los rayos ultravioletas, siendo importante protegerla.
Por eso la Red de Salud Túpac Amaru —RSTA— le recomienda adoptar las siguientes recomendaciones para prevenir el melanoma:
Manténgase siempre en la sombra y limítese a exponerse a los rayos del sol, recuerde que aun en invierno recibimos rayos ultravioleta. Utilice bloqueador solar, use lentes con protección y evite las camas bronceadoras.
Preste atención a lunares sospechosos en su coloración, forma y tamaño. Frente a ello, acuda a un médico de inmediato.
Factores de riesgo para padecer melanoma:
Tener antecedentes personales o familiares con melanoma
No haberse protegido de los rayos UV a lo largo de la vida
Tener piel, pelo y ojos claros
Haber tenido quemaduras solares en la niñez
Exponerse directamente a los rayos UV en períodos cortos pero intensos (durante un paseo o unas vacaciones)
Tener 50 lunares o más en el cuerpo
Tener una alimentación poco saludable, por ejemplo, baja en frutas y verduras, que estimulen el sistema inmune
Tener alguna enfermedad crónica autoinmune o ser inmunodeficiente